19/11/2014
Angela, A.
La encuesta realizada por la
Fundación Auna en el año 2003 sobre el “Uso y aprovechamiento de las TIC´s por
las personas con discapacidad, teléfono móvil, ordenador e Internet” reveló en su día que la actitud de las
personas con diversidad intelectual y funcional mostraba actitudes positivas o
muy positivas hacia el uso de las TIC con un porcentaje del 93%. El teléfono
móvil es el aparato tecnológico de mayor impacto social en este colectivo,
donde un 73% de los encuestados afirma utilizarlo frecuente o muy
frecuentemente. En el caso de los ordenadores, su uso es más reducido, con un
45% debido en su mayoría a la falta de formación. Lo mismo ocurre con Internet.
Otro dato que nos llama la
atención es que los principales problemas en el acceso de las TIC´s a las
personas con diversidades intelectuales y funcionales son en primer lugar la
económica y en segundo lugar la falta de
formación.
Por otro lado, somos consientes
de los cambio acontecidos durante esta última década en lo referente al avance
en el campo de las nuevas tecnologías, y por lo tanto, los datos aportados por
el estudio mencionado no resulten del todo válidos y fiables en la actualidad.
Lo que si sabemos en base a nuestra propia experiencia como Educadoras Sociales,
y partícipes de programas de voluntariado con personas con diversidad
intelectual y funcional, es que cada vez el uso de las nuevas tecnologías es
más común en muchos ámbitos de la vida cotidiana, y este colectivo de personas
igualmente realiza uso de las mismas. La problemática reside en que no siempre
el uso que se hace de las TIC es responsable y por lo tanto en muchos casos
deriva en problemas y malentendidos fomentados por la excesiva comunicación
virtual con el resto de personas. Además, creemos que al igual que en los
resultados del estudio, en la actualidad todavía se dan déficits formativos en
el uso de las TIC a nivel general.
El aumento del uso de aparatos
tecnológicos y de las redes sociales y otras aplicaciones virtuales, hace
necesaria la puesta en marcha de programas de formación adaptados, que además
de proporcionar herramientas para el manejo, impliquen la toma de conciencia y
responsabilidad por parte de los usuarios en cuanto a las ventajas e
inconvenientes de su uso, así como diferenciar la realidad del espacio virtual
y otras aportaciones que pueden ser interesantes con la finalidad de propiciar
un buen uso de las TIC que permitan en última instancia que las personas con
diversidad intelectual y funcional puedan convivir en autonomía y de forma
saludable el uso de las TIC.
Referencia:
Arrastia, M, P. (2008) Tecnologías
de la información y las comunicaciones para personas con discapacidad
intelectual. Universidad Pública de Navarra: Pamplona.